'Pinchazo' en el mejor momento

Un empate, sin goles, es sin lugar a dudas un pinchazo. Un mal resultado y más teniendo en cuenta la trayectoria del Barça en los dos últimos meses. Un marcador 'adverso' que, pese a todo, llega en el mejor momento posible y en el escenario ideal.

En estos momentos, con la elevadísima exigencia de puntos de la Liga ofrece mayor margen para el error la Copa del Rey que la Liga. El 0-0 de ayer se puede solventar en la vuelta, mientras que en el torneo de la regularidad un empate prácticamente te obliga a no volver a dejarte puntos en un par de meses. En la Champions, y más a partir de octavos, un mal partido te deja en la cuneta, puesto que los equipos que hay enfrente son los mejores del continente.

Por eso este empate puede ser muy bueno. Puede ser un resultado excelente. Me explico. Dejarse dos puntos el sábado en Cornellá-El Prat hubiera supuesto marcharse de vacaciones con la duda y con el Real Madrid igualado a puntos, que no es grave pero sí moralmente muy positivo para ellos. El empate de anoche, aunque no es bueno, es perfectamente recuperable, ya que el Barça ha demostrado sobradamente su capacidad de ganar a domicilio, sin olvidar que un empate con goles clasificaría al Barça. Y, personalmente, se me hace muy difícil pensar que el Athletic vaya a aguantar 180 minutos sin recibir un tanto culé.

Fuera de lo deportivo, matemático y 'estadístico', el empate es bueno desde el punto de vista motivacional. Pep Guardiola se ha cansado de repetir que el día que sus jugadores se crean invencibles, caerán. Que no es fácil ganar nunca y que cualquier rival tiene capacidad para poner en aprietos. Los últimos resultados podrían habernos hecho olvidar a todos un poco la realidad, pero nuestro técnico tiene toda la razón; la clave para vencer es ser ambiciosos, y tener más hambre que el rival, porque aunque existe un gran escalón entre el Barça, el Real Madrid y el resto, sin motivación ese escalón desaparece y todo equipo posee argumentos de sobra para dar un susto.

De manera que el empate que anoche cosechó el Athletic en el Camp Nou puede resultar fatal a corto plazo (en caso de hipotética eliminación), pero muy positivo a largo. La plantilla se marcha ahora de vacacaciones y no puede sentirse invencible porque no lo es. El último recuerdo no será plenamente satisfactorio, quedará la espinita de un partido en el que el rival ha logrado imponer sus armas y su táctica.

Seguro que Messi, Xavi y compañía darán vueltas al partido estos días en su cabeza y retornarán con la intención de quitarse el mal sabor de boca. Por eso digo que este pinchazo ha llegado no solo en el mejor escenario posible, sino también en el momento oportuno.

Gamón1984-Barcelonismo en sangre

Foto: fcbarcelona.cat