Adiós y ¿gracias?, Henry

Como era un secreto a voces, la etapa de Thierry Henry en el Barça concluirá en cuestión de horas. El delantero francés rescindirá su contrato con el conjunto azulgrana para marcharse a la Major Soccer League tras tres temporadas de luces y sombras. Es, por tanto, el momento de hacer el balance perceptivo; ¿fue un acierto y un error su fichaje?
Henry llegó en junio de 2007 al Barça, doce meses después de lo que todos esperábamos y deseábamos. Desde un principio supimos que llegaba en la recta final de su carrera, aquejado de problemas en la espalda, y con un objetivo claro: redondear su palmarés con la consecución de la Liga de Campeones.
Han sido tres temporadas, con aportación dispar. En la primera, la 2007/08, sus números fueron malos y muchos consideraron que había sido un error incorporarlo. Apenas alcanzó la veintena de goles entre todas las competiciones. Su aportación en Champions fue casi nula, discreta en la Liga y sensacional en la Copa, en la que sus goles condujeron al equipo hasta semifinales. Tuvo mala suerte con los postes, puesto que evitaron que incrementara sus registros, y en su defensa hay que añadir que su temporada no fue, ni con mucho, la peor de las grandes estrellas del equipo por aquel entonces: Ronaldinho, Deco y Eto'o.
Con la campaña 2008/09 llegó una nueva etapa al equipo. Pep Guardiola asumió las riendas del equipo y decidió prescindir de varias vacas sagradas, aquellas que no habían dado la talla, para cambiarlas por jugadores de un perfil inferior pero con mayores ansias de triunfo. Ronnie y deco fueron los sacrificados, Eto'o indultado a última hora y Márquez y Henry gozaron de una segunda oportunidad que no desaprovecharon. Las cifras de Titi fueron, sencillamente, espectaculares para un jugador que no cogió ritmo hasta diciembre y que jugó fuera de su posición natural; 28 goles y actuaciones decisivas en el 2-6 del Bernabéu (para el recuerdo de todos los culés) y en las primeras rondas de la Champions, ante Olympique y Bayern. Buena parte del Triplete se explica a partir de la aportación del francés, cercana a la mejor cara ofrecida en el Arsenal.
Con los éxitos de esa temporada llegó quizás la 'renuncia' definitiva de Henry al fútbol. había conseguido como azulgrana lo que buscaba, la Champions, y su mente 'voló'. Se quedó sin motivaciones y eso, en un jugador que supera la treintena y que ha tenido tanto desgaste, es sinónimo de rendimiento bajo. En toda la campaña 2009/10 solo ha sumado cuatro goles y ha ido desencantando a su gran valedor, Guardiola, que acabó optando por apartarle del equipo. Pese a tener una de las más altas fichas se conviertió en el último delantero, superándole progresivamente Pedro, Bojan e incluso Jeffren. Eso sí, colectivamente ganó la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, únicos trofeos que faltaban en su colección.
Ahora, sabedor de que su tiempo acabó, ha decidio marcharse. Bien es cierto que no se podrá ingresar dinero por su traspado, pero también hay que reconocerle que renuncia a su elevada ficha, en un gesto que le honra.
El debate está abierto. ¿Acierto o error? Personalmente, no tengo dudas; mi hermana decía que valía la pena ficharle solo por verle calentar en la banda, con la gran elegancia que trasmiten sus movimientos. Añadiría que si a esto sumamos que en parte nos condujo a un Triplete, su paso ha sido, pese a todo, satisfactorio. ¿Qué se le puede achacar? Mala primera temporada (achacable al conjunto del equipo), elevada nómina (fracaso, en tal caso, de la Junta), que quizás llegó tarde (no es culpa suya) y dejadez en la campaña final (esto sí, culpa suya).
Mi opinión está clara: ver a Henry de azulgrana no solo ha sido un placer, sino un éxito deportivo. Pese a todo.
Gamón1984-Barcelonismo en sangre
Foto: FCBarcelona.cat