Improvisando una zaga

Las lesiones, que hasta ahora habían respetado al Barça, parecen haberse cebado de golpe con el equipo de Pep Guardiola. Hasta ahora solo en la semana del Clásico en el Camp Nou la lista de enfermería había hecho temblar a los culés. Por aquel entonces Ibrahimovic y Messi cayeron lesionados con las trascendentales citas ante Inter de Milán y Real Madrid a la vista. El equipo lo solventó a la perfección, ganando al Inter (2-0) sin la participación de ninguno de ellos y al Real Madrid (1-0) con ambos presentes y gol de Zlatan.

La buena noticia de aquella semana fue que el Barça fue capaz de hacer frente a las bajas en una semana de gran trascendencia. Pero, por desgracia, no parece que sirva de antecedente para lo que se avecina, puesto que en el Vicente Calderón las circunstancias serán mucho más complicadas.

Sin lugar a dudas Messi es el jugador más desequilibrante del momento e Ibrahimovic estaba en plena forma a finales de noviembre, pero en un equipo que funciona, y más el Barça, son menos sensibles las ausencias en ataque. Con mayor o menor calidad, pero cualquier delantero del Barça está capacitado para marcar y, por tanto, para dar un triunfo, máxime cuando detrás hay un bloque sólido que casi te asegura que un gol significarán tres puntos. Es el caso del actual Barça, que en 21 partidos de Liga solo ha encajado 11 tantos. La pregunta es, ¿superará con la misma entereza el equipo una larga lista de bajas defensivas?

El duelo ante el Getafe dejó dos sancionados, Piqué y Márquez, y dos lesionados, Dani Alves y Touré Yaya. La situación se agravó ayer con la rotura en el aductor de Eric Abidal, un jugador que ha pasado en un año de ser el centro de las burlas y las críticas (a mi modo de ver injustas y exageradas) a convertirse en imprescindible, atravesando un momento físico envidiable y completando actuaciones antológicas sin una sola mancha. En estos momentos, sin contar con los jugadores del filial, a Pep Guardiola solo le quedan tres centrales y un lateral zurdo para alinear una zaga en Madrid.

Dani Alves es el único lateral diestro de la plantilla y sus eventuales ausencias han sido cubiertas por Puyol o, el sábado, por Maxwell, que cambió de banda. Parece seguro que el domingo en el Vicente Calderón será el capitán quien actúe en la diestra, dejando la siniestra para Maxwell, que apenas ha contado hasta el momento, y el centro de la zaga para Milito y Chygrynskiy. No preocupan tantos los laterales, puesto que han demostrado sobradamente su solvencia como el eje central. Las sensaciones transmitidas por Gabi son perfectas, tras 18 meses en el dique seco ha vuelto al equipo con energía y dominando los automatismos a la perfección. Pero, ¿cómo responderá Dmitro? Su último partido, a excepción de unos minutos ante el Valladolid, fueron ante el Sevilla en Copa con mal recuerdo. El ucraniano no parece en estos momentos capacitado para liderar la defensa y a Puyol le resultará complicado tapar huecos desde la derecha. Tampoco Milito, tras tantos meses de lesión, puede (ojalá me equivocque) ser el líder que el Barça necesita en defensa. El hombre que la temporada pasada actuó en el centro de la defensa con gran resultado, Touré, tampoco está disponible.

Y todo esto ante una de las bestias negras culés, el Atlético de Madrid. Un equipo que, posiblemente, llegue pleno de moral tras clasificarse para la final de Copa y con dos delanteros en forma, Forlán y Agüero, temibles y a los que el Barça se les da especialmente bien. En las últimas décadas el barça es la presa favorita de los colchoneros. "Algún día pincharemos", afirmó Guardiola en rueda de prensa. ¿Será en el Calderón?

Barcelonismo en sangre