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Rumbo a París


Tenía pocas dudas, pero ahora ninguna. El Barça de Xavi Pascual estará entre el 7 y 9 de mayo en la Final Four de París. El Real Madrid es un duro rival y hará sudar más, pero los azulgrana tienen una ventaja deportiva y moral casi insalvable.

El primer duelo del Palau Blaugrana lo ha confirmado. Hasta ahora, en la actual temporada ambos equipos se habían enfrentado en tres ocasiones. En la Supercopa el Barça ganó un duelo equilibrado, donde la falta de rodaje de pretemporada hizo que decidieran las individualidades. En Liga, en diciembre, el Barça hizo historia con su triunfo más amplio sobre los merengues y consiguiéndolo en Vistalegre. En la final de la Copa solo la relajación final evitó un marcador de escándalo en un duelo redondo azulgrana donde dominó de cabo a rabo todas las facetas del juego.

Faltaba, por lo tanto, saber qué sucedería cuando el Barça jugara regular tirando a mal. Ayer fue el día. Cuando eso sucediera, algo que, con un mínimo de siete encuentros directos en una campaña sucede por pura estadística, el Real Madrid debería aprovecharlo para asestar un golpe, para imponer su nombre y demostrar que está ahí, acechando. En tales circunstancias Ettore Messina debía sacar el plus que, se supone, el entrenador más prestigioso debe aportar a un equipo. Y ese día las estrellas del Real Madrid tendrían que lanzar un aviso a las estrellas azulgrana.

No sucedió nada de eso. El Barça jugó mal anoche. Sus bases fueron incapaces de dominar el partido. Juan Carlos Navarro completó una actuación aciaga en el tiro. Fran Vázquez se mostró muy alejado de su mejor nivel. Solo la defensa se mantuvo al nivel habitual, sobre todo en el cuarto periodo, y Boniface N'Dong y Pete Mickeal, dos teóricos secundarios, mantuvieron al equipo en pie. Ni aún así los blancos supieron ganar. La distancia deportiva, pues, es sideral, el Barça puede ganar a los merengues simplemente con estar regular.

¿Y la distancia moral? Quedó en evidencia en el último minuto de juego. Quedaban 49 segundos y el Barça estaba seis arriba. Ni los jugadores forzaron faltas rápidas ni Messina pidió tiempo muerto para dar una última vuelta de tuerca. Habían perdido la oportunidad y lo sabían. Se saben inferiores y se sienten incapaces de ganar al Barça.

Un equipo campeón no es el que gana cuando juega bien, sino el que se sobrepone a los malos momentos con entereza. Y el Barça de Xavi Pascual lo hizo ayer. Tales circunstancias solo pueden acabar con el Barça en París luchando por su segunda Euroliga.


Foto: AFP/elmundo.es

4 Comentarios:

Sílvia dijo...

Hola!
Cuando el equipo va tan de favorito le cuesta un poco, pero al final saca su casta y gana.
París je t´aime!
sílvia

Alba dijo...

La verdad es que fue el primer partido igualado entre los dos equipos. Por suerte Pete Mickael solucionó el pequeño lio donde se había metido el Barça y acabó sumando el primer punto para el equipo de Xavi Pascual.
Saludos

Anónimo dijo...

Justamente pensé lo mismo a la conclusión del partido. ya tiene que hacerlo muy mal este Barça para que el R. Madrid pueda soñar con eliminarlo.

Si antes ya pensaba que ganaríamos 3-0 la eliminatoria ahora estoy convencido. El golpe moral de ayer es insalvable para los merengues.

Estaremos en París, no me cabe duda.

David dijo...

El 2º paartido es crucial, si nos ponemos 2-0 no se esacapa

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