El fútbol lo emponzoña todo

Ya no basta con que el aficionado apoye a un equipo de fútbol y ello le convierta, directa o indirectamente, en rival de otro. No es suficiente, parece ser, con que nos alegremos tanto de los triunfos de nuestro club como de los fracasos del "enemigo". La rivalidad futbolística va paulatinamente empañando todo, emponzoñando todos los aspectos del deporte... y luego ¿de la vida?

Jorge Lorenzo se ha proclamado campeón de la maxima categoría de motociclismo. Para los aficionados españoles a este deporte, y no digamos los baleares, esto es motivo de satisfacción. O debería ser. Pero llegan los medios, la prensa deportiva, para recordar a todo el mundo que el campeón mundial es blaugrana. Se vende el triunfo de Lorenzo como un triunfo del Barça. Como si tuviera algo que ver... ridículo. Aunque lo peor es constatar leyendo los foros de participación que hay gente que entra en el lamentable juego y empieza a alegrarse de sus triunfos sólo por ser culé, o de sus fracasos si el que opina es madridista...

Hala, más división, más leña añadida al fuego. Y de forma innecesaria. Pero estamos en una sociedad apalominada, que para olvidarse de sus penas diarias busca en el deporte no la satisfacción de disfrutar de un gran espectáculo independientemente de adscripciones nacionalistas, políticas, ideológicas... o futbolísticas... no, en realidad buscan el enfrentamiento, la bulla mal entendida. Ya no estamos en el "mi equipo es mejor porque os hemos ganado la liga", sino en el "mi equipo es mejor porque ha ganado en (póngase aquí el deporte que quieran) fulanito de tal, que es (aquí añádase adscripción futbolística del deportista en cuestión)". Patético.

Como patético es leer artículos de prensa como el que les he enlazado, en el que además se saca pecho también porque Toni Elías, el campeón de Moto2, también es, parece, culé... o las frecuentes proclamas en la caverna de juntaletras como Roncero, donde se alardea más de los triunfos de los Alonso o Nadal como deportistas con dni madridista que como deportistas compatriotas del periodista en cuestión. Y muchos aficionados paletos que entran al trapo, caramba.

Un juego peligroso, además. Hace años el Barça agasajaba al por entonces triunfador Roberto Heras más por su condición de culé que por sus triunfos en ciclismo.... luego llegaron los problemas con el dopaje del corredor de Béjar y de su barcelonismo nunca más se supo. No hace pocos meses muchos recordaban que Alberto Contador, aparte del mejor ciclista actual, triple ganador del Tour y todas esas cosas... era madridista. Curiosamente, en los últimos días no hay mucha noticia al respecto...

Porque, claro, en un alarde tan típicamente rastrero del mundo del fútbol y su prensa, sólo se recuerda la adscripción futbolística de los deportistas cuando ganan. Cuando triunfan. Cuando tienen problemas de toda índole, cuando no ganan, no se menciona para nada. Nunca veremos frases o titulares del tipo "El madridista Nadal cae en semifinales del Open de Australia" o "El culé Jorge Lorenzo pierde ante Valentino Rossi en Suzuka". No, eso no existirá jamás.

El fútbol, o más exactamente la rivalidad futbolística, lo emponzoña todo, y eso no es bueno, porque crea más rencillas aún e impide el disfrute del deporte, sin más. ¿Qué será lo siguiente? "Tenía una novia maravillosa, era la mujer de mi vida... hasta que resultó que era madridista, y eso un culé como yo no lo puede admitir." Ah, ¿qué me dicen? ¿Que eso ya pasa?

Adeu i bona sort.

Jordiasturies, Tant se val d'on venim

Foto original en El Mundo Deportivo, en el enlace citado.