Manual del buen fichaje.
Hasta ahora, teníamos muy claro lo que era un buen fichaje. Al menos de salida.
1. Se detectaban las carencias del equipo.
2. Se analizaba el mercado en busca de un jugador de talento que supliera dichas carencias.
3. Se descartaban aquellos jugadores de ficha demasiado cara o de precio exorbitado.
4. Se aseguraba la buena disposibilidad física del jugador.
Cuando encontrabas este jugador ideal, empezaba la negociación, el baile de cifras y las idas y vueltas y dimes y diretes.
Con el paso del tiempo, y dado el componente egocéntrico y dado a francachelas y fiestecitas de según qué jugadores, que poco a poco iba siendo más perjudicial para los equipos, se añadió una cláusula a esta hipotética lista...
5. Se asegura que el jugador es un buen profesional, responsable y con "la cabeza bien amueblada", que cumplirá su contrato sin dar problemas.
Ya está. Cinco puntos que nos llevan al fichaje perfecto, al jugador ideal.
Pero no.
Ahora hay que añadir un punto más. Porque cuando traes un jugador a un equipo, no le traes sólo a él. Traes a su familia, a sus amigos, a su entorno mediático y publicitario. Y a su representante. También a su representante, maldita sea. Así que revisando la tabla de puntos ahí expuesta, cabe dar este pequeño estrambote.
6. La familia, amigos y, sobre todo, el representante del jugador deben dejarle en paz, no llenarle la cabeza de pájaros y permitirle cumplir con su trabajo. Recordarle sus obligaciones, darle un entorno de trabajo cómodo. Y no tocar los cataplines demasiado.
Y luego nos quejamos de Txiki o del secretario técnico al que le caiga el embolado de turno. Caramba, si tienen que hacer auténticos encajes de bolillo para traer jugadores que cumplan con todos estos puntos.
En fin...
Adeu i bona sort.
Jordiasturies, Tant se val d'on venim.
5 Comentarios:
Ahora, debemos de tener muy en cuenta a los representantes. Es muy feo que estos señores ensucien al fútbol.
Saludos
El tema de los representantes viene de lejos, recuerdo el caso Ronaldo y sus representantes. El mayor problema no son los agentes, sino los clubs débiles que se dejan presionar y aceptan entrar en su juego.
El caso Touré es un claro ejemplo de lo que no deben hacerse. El futbolista no ha dicho nada, su comportamiento hasta la fecha ha sido ejemplar, el único problema son los intereses personales de su agente y entiendo que de parte de una directiva necesitada de ingresos que maquillen la temporada. Como siempre el que pierde es el Barça.
Vender a Touré por el mismo importe que costó Chygrynskiy me parece una tomadura de pelo, no sabemos que esconden pero desafia al sentido común.
P.D NO ME LO CREO.
saludos
Hola!
Con el alto coste de los traspasos todos los puntos deben ser considerados.
Saludos
sílvia
Yo es que lo veo clarísimo; Touré es un gran jugador que está a gusto en el barça pero le gustaría jugar. A su representante le interesa que juegue más para que esté constantemente en el emrcado y cobrar comisión, así que, cuando no juega, lo mejor es demostrar ganas de marcharse.
El Barça no puede ceder a sus pretensiones porque, además, es un jugador importante pero no imprescindible. Costó 9 y se venderá por casi 30 después de sacarle un gran rendimiento.
Se pierde un gran jugador, pero la situación era insostenible y era necesario vender. Pese a ello, se saca una buena millonada.
Negocio redondo.
Totalemente de acuerdo, es el proceso que se debería seguir. A ver que tal lo hacen y a quien traen.
Saludos
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